Exorcizando demonios

Sonreír puede ser mucho más fácil o eso es lo que creen algunos. Esconder el dolor y el miedo con una sonrisa puede que sea fácil pero no ayuda a asimilarlo ni permite vivirlo. Las últimas semanas han sido de introspección intensa, dolorosa y alucinante. Empezar a analizar buscando la razón por la cual muchas cosas son lo que son, puede no ser la mejor idea pero es la mejor terapia. Mirar no solo lo que tengo adentro, lo que me hace ser yo, sino también mirar de donde vengo y que pasó para que el resultado sea este.

Porqué decidí empezar un proceso del que había huido siempre y sabía que iba a ser duro? Lo hice por ti, esa es la verdad, porque me di cuenta que necesitaba hacerlo para poder dar lo mejor de mi y poderte querer de una mejor manera, pero principalmente lo hice por mí, para llegar a tener la capacidad de dejar de lado tantas cosas que lo único que han echo es retenerme y llevarme tomar decisiones que no siempre han ido acompañadas de mi corazón.

Para mi sorpresa te fuiste en pleno proceso y todavía estoy analizando si lo hace más fácil o más difícil de llevar pero sí se que lo hace mas doloroso.

Las cosas no siempre salen como queremos y muchas veces no tenemos claro qué es lo que queremos. Después de una larga noche de cócteles, palabras y lágrimas es importante decirte algo: No te necesito. Jamás lo he hecho y jamás lo haré. Lo que hago es disfrutar quererte, disfrutar tener tu mano en la mía, estar a tu lado le da otro tipo de felicidad a mi vida pero no estar contigo no me va a quitar mi felicidad.

De todo este proceso me queda la tranquilidad de que una vez acabe esta parte, me quedare con lo bueno, con lo lindo y con lo que alimenta mi alma el resto que ha sido un peso que he cargado durante muchos años y lo voy a dejar caer, no planeo levantarlo nunca mas, ahí se quedará como una parte del pasado que ya no hará parte mi presente.

Soy una gran mujer, lo he dicho antes, y de ahora en adelante seré una mujer feliz con un corazón libre de tantos demonios y con espacio solo para lo bueno de la vida; todo lo demás puede que lo vea, lo conozca y lo viva pero ahí se quedara, porque andar por la vida con tanto peso hace que nos perdamos de mucho y ya no me quiero perder de nada.