jueves, 7 de mayo de 2009

Transformaciones Culturales

Los seres humanos somos increíblemente diversos y sin embargo increíblemente similares. Pero cuando se trata de esas pequeñas o grandes cosas que nos diferencian unos de otros empiezan los problemas, conflictos y los miedos. En vez de valorar esos aspectos que nos hacen tan especiales, muchos prefieren repudiarlos, juzgarlos y hasta acabarlos.

El temor que han tenido las personas frente a las diferencias entre unos y otros a llevado a guerras, muertes, más miedo en fin solo ha llevado a más sufrimiento. Pero de donde nacen estas diferencias y los miedos? Los seres humanos somos diferentes por nuestro color de piel, nacionalidad, creencias, idiomas, formas de vestir, me atrevo a decir que el número de cosas que nos diferencian es el mismo que las que nos hacen similares. Pero entonces porque tener miedo, de donde nace ese miedo al otro, a su forma de ver la vida, su aspecto físico; y porqué algunos creen que estas diferencias los hacen más que los demás, y por esto creen que pueden agredir, irrespetar y rechazar a los que no son como ellos.

Analicemos la definición según la Unesco: “la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismos. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.”

Si la cultura nos da la capacidad de expresarnos y formar nuestras propias opiniones, entonces ¿porqué le tenemos tanto miedo a las diferencias culturales? Porqué estamos levantando muros que nos separen de los que piensan o se visten distinto de nosotros. Vale la pena aclarar que la cultura no está por encima del bien común, del respeto a la vida, por estas razones existen tantos desacuerdos con religiones que atentan contra los seres humanos, la cultura se modifica constantemente pero no se impone, esta diferencia es también poco entendible para algunos. Uno no impone su forma de pensar, ni sus creencias lo que se hace es aprender, enseñar, opinar, transformar y transmitir.

Este proceso también tiene varias falencias pues se observa en distintas sociedades que las personas escuchan hablar de algo y no se toman el tiempo de estudiar y entender el trasfondo que puede tener. Me explico, vemos “pandillas” de niños en Bogotá que dicen ser fascistas o ser nazis y se matan entre ellos por una ideología que ni ellos mismos conocen. Así mismo encontramos a los antifascistas, punkeros, raperos, emos, etc. Donde todos dicen creer en algo pero no comprenden realmente el significado que han tenido estos grupos en la historia y sus repercusiones.

Pero es necesario enfocar el tema a la cultura bogotana que ha cambiado muchísimo en los últimos años. Razones para los cambios hay muchas empezando porque ahora Bogotá no es una ciudad de rolos, de hecho me atrevería a decir que los rolos somos menos, ahora hay personas de todas partes del país y del mundo. Además hemos tenido alcaldes que se han encargado de educar a los bogotanos, recordarles lo que es la convivencia y más importante aún, lo importante que es querer su ciudad.

Sin embargo hay muchas personas que todavía no han entendido que es nuestra ciudad y nuestro país y si nosotros no lo queremos, respetamos y cuidamos porque habrían de hacerlo los demás? Me da mucha pena cuando escucho a personas decirle a los extranjeros porque se arriesgan viniendo a Colombia!, este país es peligrosísimo es mejor que no salgan del hotel y si salen tengan mucho cuidado… Como es posible que hablemos así de nuestro país, que le demos más espacio y más victorias a la guerra. Hablando de comunicación y cultura de paz como es posible que existan tantos colombianos hablando así? Lo único que consiguen es generar un ambiente lejos de ser pacífico. No podemos culpar solo a la guerrilla o al presidente, si los ciudadanos tampoco colaboramos para buscar la paz. De qué sirve una marcha por la paz que se ve manchada por la agresividad de algunos.

Pero no todo son palabras o acciones, la indiferencia muchas veces puede ser más agresiva que un mismo golpe. La indiferencia domina a muchos jóvenes bogotanos, mejor digamos colombianos porque Bogotá ya no es de rolos como ya lo había dicho, creen que los problemas están lejos de afectarlos a ellos, pero no hablo de las FARC y el conflicto armado en Colombia únicamente, no quiero entrar en ese tema no porque no sea de gran importancia si no porque me quiero concentrar en los problemas de la ciudad como tal. En los últimos años ha cambiado mucho el pensamiento de las personas de Bogotá, pero NO de muchas, lo que deja un grupo bastante numeroso de personas que no entienden la riqueza cultural de su ciudad. Día a día convivo con personas que no conocen los museos de Bogotá, que no conocen lo que hay más allá de zona T, lo más interesante es la razón que dan para no conocer: es muy lejos, está en el sur; o la más usada en el país: es muy peligroso.

Transformaciones culturales es un tema que se debería tocar todos los días. La alcaldía ha hecho numerosos esfuerzos, también existen distintas fundaciones como Colombia es pasión que trabajan no sólo por atraer turismo, si no por mejorar el sentido de pertenencia y el amor por su país, su raza y su sangre. Cualquier colombiano por indiferente que sea ante muchas cosas, se siente increíblemente orgulloso cuando ve algunos de los videos de Colombia es Pasión donde son extranjeros los que dicen lo hermoso que es nuestro país y cada una de nuestras ciudades.

La solidaridad es otro aspecto importante el cuanto a cultura bogotana. Es muy triste y lamentable ver que las personas se dan cuenta que están atracando a alguien, y simplemente se dan media vuelta y pues si no es con ellos porque debería importarles. Porque habría de preocuparse un ladrón por robar a plena luz del día si es que los demás no se van a meter, nadie lo va bloquear, nadie se lo va a impedir. Debemos volvernos más consientes que los cambios los hacemos todos. Todos debemos aportar de alguna forma si queremos ver realmente una transformación.

Bogotá es una ciudad que ha avanzado mucho pero todavía falta. Se debe educar a las personas, y no me refiero a las personas de estratos bajos si no a todas. Los jóvenes que dicen ser muy educados porque están en una universidad prestigiosa no conocen lo que es hacer algo tan sencillo como darle las gracias a las personas que les colaboran, creen que porque cumplen con ciertas funciones son menos que ellos y por lo tanto pueden faltarles al respeto. Qué clase de cultura estamos creando, que le estamos enseñando a los más pequeños? Muchos de nosotros no tenemos hijos aún, pero tenemos hermanos, primos o sobrinos que ven la forma en que actuamos y la marca que dejamos en ellos. No podemos seguir la corriente y seguir con los conformismos, si nosotros somos la juventud encargada del futuro del país, nos falta mucho por aprender, mucho por vivir y lamentablemente muchos no se dan cuenta de esto.